De pequeña, a veces mi madre me daba para merendar,
queso y guayaba entre dos galletas, que yo gustosamente saboreaba entre saltos
y brincos, porque nunca paraba, me temo que ahora tampoco…
Con esta receta quiero retroceder a mi infancia,
aunque no es lo mismo que yo merendaba, pero sí que me trae muchos recuerdos en
cuanto a la mezcla de sabores.
Este postre se lo dedico a Rosario Valcárcel y a Luis León Barreto, porque fue igual al que degustamos cuando muy amablemente nos invitaron a cenar a su casa.
Nota: si no quieren elaborar la galleta, pueden usar cualquiera
de las comerciales. Si no les gusta la guayaba, lo pueden hacer con membrillo,
si no te gusta el queso, lo puedes hacer solo con nata y fresas, en fin… que
hay muchas maneras de realizar este triángulo, que seguro gustará, sea cual sea
la personalización que le hayan querido dar.
INGREDIENTES
Galleta de avena: 125 gr de mantequilla sin sal, 1
huevo, 50 gr de avena molida, 150 gr de harina de trigo, una pizca de sal, 1
cucharadita de levadura en polvo y 80 gr de azúcar moreno.
Crema de queso: 300 gr de queso crema (tipo
philadelphia), 70 gr de azúcar glas y 200 ml de nata.
160 gr de pasta de guayaba.
100 ml de leche.
50 gr de almendras tostadas y fileteadas.
PREPARACIÓN
Galleta de avena: en un bol poner la mantequilla de deberá estar algo
blanda, añadir el azúcar y mezclar. Añadir el huevo, integrar. Incorporar la
harina tamizada, la sal y la avena. Formar una bola y guardar en una bolsa de
plástico o papel film, en la nevera, por lo menos de 2 a 3 horas.
Dividir la masa en tres partes iguales. Entre dos
hojas de papel vegetal estirar cada masa y hacer tres rectángulos de 6,5 cm x
32 cm.
La masa resultará pegajosa, pero no añadir
más harina para que la galleta quede hueca y ligera.
Precalentar el horno a 180ºC. Hornear unos 12-13 minutos
o hasta que estén doradas y dejar enfriar.
Crema de queso: montamos la nata con el azúcar glas. Texturizamos el queso
crema y lo mezclamos con cuidado con la nata.
La guayaba la cortamos en cuadraditos pequeños.
Sobre una mesa ponemos unas hojas de papel de plata. Sobre
el papel, extendemos parte de la crema de queso, más o menos de las dimensiones
de las galletas. Ponemos encima los tres rectángulos de galleta. Mojamos con la
leche. Cubrimos las galletas con el resto de la crema y esparcimos los trocitos
de guayaba. Ayudándonos del papel de plata juntamos los dos extremos y formamos
un triángulo. Presionamos ligeramente ambos lados para que queden unidas y
envolvemos bien, sellando los extremos. Dejamos un ratito en el congelador y
después pasamos a la nevera unas 5-6 horas. Mejor de un día para otro.
Quitamos el papel de plata y decoramos con unas
almendras tostadas y fileteadas.