Siempre me han parecido aburridas las tartaletas de un solo color, por eso he querido jugar con los colores, dependiendo del ingrediente o fruta que le quiera poner y hacer que sean más divertidas para la vista y el paladar.
¿No les parece?
INGREDIENTES
Masa quebrada: 250 g de harina, 60 g de azúcar, 125 g de mantequilla sin sal, 1 huevo, una pizca de sal y colorantes.
Crema pastelera: 500 ml de leche, 4 yemas de huevo, piel de naranja, una ramita de canela, 50 g de maicena y 80 g de azúcar.
Brillo: 2 hojas de gelatina y almíbar.
Fruta: kiwis, fresas, naranja, manzana, plátano, uvas, etc.
PREPARACIÓN
Hacemos la masa quebrada poniendo en un bol la mantequilla en trocitos con el azúcar, mezclamos con las yemas de los dedos, añadimos el huevo batido y poco a poco la harina tamizada y la sal.
Guardamos en una bolsa de plástico en la nevera durante una hora.
La crema pastelera: en un cazo al fuego ponemos casi toda la leche con la naranja y la canela, el resto en un bol con el azúcar, la maicena y las yemas, sin batir demasiado para que la crema no queda blanca.
Cuando rompa a hervir la leche se le añade al bol batiendo y éste se cuela llevando de nuevo a fuego medio hasta que espese.
Se vierte sobre un bol y se tapa con papel film cubriendo toda la superficie para no crear costra.
Precalentar el horno a 180ºC.
Preparamos los moldes para tartaletas, poniéndole mantequilla y harina.
A varias porciones de masa la teñimos con los colorantes y reservamos.
Estiramos la masa normal y cubrimos el molde quitando masa y cambiándola por la de color.
Hacemos diferentes motivos, en horizontal y vertical.
Mi idea es que la tartaleta verde sea para el kiwi, la naranja para la naranja, la roja, para la fresa, etc.
Horneamos a ciegas, poniendo un papel y peso como legumbres secas encima de cada tartaleta.
A los 15 minutos, retiramos el papel y las legumbres y dejamos que se doren por dentro otros 10 minutos, más o menos.
Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Pasamos la crema pastelera a una manga con boquilla rizada y rellenamos las tartaletas.
Lavamos y cortamos la fruta como más nos guste y la colocamos sobre la crema pastelera.
Hidratamos la gelatina y la diluimos en un poco de almíbar, cubrimos toda la fruta y dejamos enfriar en la nevera.
Fuente: idea propia.